DENUNCIA

Santillana del Mar, un pueblo “inaccesible” para las personas con movilidad reducida

Santillana del Mar
Santillana del Mar

Un usuario ha denunciado la “falta total de sensibilidad frente a las personas con movilidad reducida” en su visita a Santillana del Mar, una Villa empedrada y que resulta ya dificultosa. 

Ante sus quejas, indica que las “únicas” dos plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida “están en un aparcamiento público ubicado lejos del centro” añadiendo la dificultad de que, para llegar al corazón de la Villa, hay que pasar por una “zona empedrada donde es imposible circular en silla de ruedas”. 

Lo mismo pasa a la hora de realizar el pago pertinente de la Ordenanza Reguladora (ORA) del aparcamiento indicado, donde las máquinas para pagar “no son accesibles y también están ubicadas en la misma zona empedrada”, señala. 

"Deberíamos tener acceso sin restricciones a todas las zonas reservadas para la circulación de vehículos locales y de acceso a hoteles”

Respecto a esto expone que a “las autoridades de este pueblo les debe parecer normal que un minusválido llegue en coche, aparque en una zona alejada y empedrada, saque su silla de ruedas del vehículo, vaya a las máquinas para pagar, se levante de la silla ruedas para efectuar el pago, vuelva a su coche, deje el justificante de pago visible y, finalmente, recorra un camino interminable dando saltos con la silla debido al empedrado y luego jugándose el tipo circulando por la carretera”, indica el usuario ante la situación por la que tiene que pasar en su visita a Santillana del Mar. 

Las personas con movilidad reducida “deberíamos tener acceso sin restricciones a todas las zonas reservadas para la circulación de vehículos locales y de acceso a hoteles”, sentencia, haciendo referencia además a que “si en alguna circunstancia esto no fuera suficiente, los policías locales deberían indicar el lugar de aparcamiento más adecuado de forma que no se interrumpa la circulación”, pide este ciudadano que se ha llevado una mala experiencia de uno de los rincones más especiales de Cantabria, Santillana del Mar.