INDUSTRIA

Comité de Sniace desmiente a los ecologistas sobre vertidos de la empresa y les acusa de "enredar el ambiente político"

Así, al respecto, ha asegurado que solo se concedió una sola autorización para este periodo transitorio, limitándose al final a dos meses, de los cinco previstos inicialmente.

Fábrica de Sniace en Torrelavega
Fábrica de Sniace en Torrelavega

El comité de empresa de Sniace ha mostrado "su más absoluto rechazo" a las advertencias hechas por ARCA, Ecologistas en Acción y SOS Suances sobre los vertidos de la empresa, tanto a la atmósfera como a las aguas, porque "no se ajustan a la realidad" y ha considerado que estos colectivos ecologistas buscan crear "alarma social" y "enredar el ambiente político" en este periodo preelectoral.

"Se acercan las elecciones y algunos tratan de agitar las aguas", ha afirmado el comité de empresa en un comunicado de respuesta a estas declaraciones realizadas por los ecologistas, que el martes reclamaron el cese del director general de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Palacio (PSOE) por la "negligente" y "érronea" gestión de los vertidos que, en su opinión, está desempeñando y por sus decisiones sobre las autorizaciones ambientales y control de vertidos relativas a Sniace y Solvay.

Para el comité de empresa de Sniace, la denuncia de los ecologistas sobre el "escandaloso volumen" de vertidos de Sniace del que han alertado los ecologistas son "juicios de valor utilizados de manera recurrente" y "torticera" que "no tienen más objetivo que enredar" un "ambiente político, ya de por sí caldeado".

También el comité ha rechazado las afirmaciones de los ecologistas en las que aseguraba que se concedían "escandalosas prórrogas de vertido" a Sniace, tanto a la atmósfera (Viscocel) como a la ría a través de su depuradora en el arranque del año 2016.

El comité ha señalado que "ni antes ni después, se autorizaron vertidos incontrolados para la arrancada o funcionamiento del EDARI de Sniace".

Así, al respecto, ha asegurado que solo se concedió una sola autorización para este periodo transitorio, limitándose al final a dos meses, de los cinco previstos inicialmente.

El comité ha defendido que este tipo de circunstancias se dan en cualquier empresa que lo solicite para la puesta en marcha de una depuradora nueva.

"Llevamos más de dos años en marcha y el resultado de todo ello, es que la empresa está cumpliendo perfectamente con los parámetros establecidos en la Autorización Ambiental para su depuradora, desde el 2016. Esperamos que estas organizaciones, alcancen a comprender que los más interesados en que se cumpla con la legalidad somos nosotros mismos", ha aseverado.

El comité ha subrayado, además, que la mayoría de los trabajadores de Sniace residen en localidades cercanas a Suances y por tanto son usuarios de las playas de este municipio, cuya calidad de las aguas ha sido cuestionada por los ecologistas.

"No entendemos que estas organizaciones se empeñen en decir continuamente que las playas de Suances están peor que nunca y afectadas de todo tipo de vertidos incontrolados. Cuando más bien es todo lo contrario, nunca estuvieron mejor que ahora", han señalado los representantes de los trabajadores, que han aludido a los análisis realizados por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria, que aseguran que "es buena".

Sin embargo, el comité reconoce que, a pesar de que la calidad de las aguas es "buena", podría ser "mejorable", algo que, según indican, podría conseguirse con el emisario submarino de la depuradora que sustituya a la de Vuelta Ostrera.

"Pensamos nosotros, que somos unos ingenuos, que podrían dedicar sus esfuerzos en ponerse de acuerdo en el lugar de su construcción, ya que, si no estamos equivocados, nadie se quiere mojar en cuanto a su ubicación. Y no en crear todo tipo de alarmas sociales, utilizando a Sniace como excusa", ha ironizado.

La respuesta del comité de Sniace llega después de la contestación a las organizaciones ecologistas del propio Palacio, que defendió su gestión y aseguró que tanto Snice como Solvay, a la que también señalaban los ecologistas, están "respetando" y cumpliendo las condiciones de las autorizaciones ambientales aprobadas.