TRIBUNALES

Los acusados de violar a una mujer en Torrelavega dicen que fue "consentido"

Acusados de violar a una mujer en un garaje de Torrelavega en julio de 2019, en el juicio contra ambos en la Audiencia de Cantabria
Acusados de violar a una mujer en un garaje de Torrelavega en julio de 2019, en el juicio contra ambos en la Audiencia de Cantabria

Los dos hombres acusados de violar a una mujer en julio de 2019 en un garaje de Torrelavega han negado este lunes los hechos en el juicio contra ellos, en el que uno -al que imputan la autoría de la agresión sexual con penetración- ha asegurado que el mantener las relaciones fue "idea mutua, más de ella que mía", ha apostillado. Y el otro, considerado cooperador necesario, ha indicado que tuvieron lugar de forma "consentida", mientras que la víctima se ha reafirmado por su parte en la denuncia. Así, ha manifestado que el primero "abusó de mí, me violó", en tanto que el segundo "le ayudó", según ha dicho.

Así se han expresado los tres durante el plenario, celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, que ha quedado visto para sentencia después de que las partes hayan elevado a definitivas sus conclusiones. De un lado, el fiscal y el abogado de la acusación particular -ejercida por la mujer- han ratificado la pena de 14 y 11 años de prisión solicitada respectivamente a los procesados, naturales de Argelia. Y del otro, la defensa ha reiterado la libre absolución para ambos, que han admitido haber "mentido" al inicio del proceso, ante la Policía y en el Juzgado de Instrucción, donde negaron los hechos, aunque han achacado este "error" a un "mal asesoramiento" de su entonces letrada, extremo por el que han pedido disculpas a la Sala.

"Lo juro por la vida de mi hermana. En la vida he violado a una persona, y si alguna vez se me pasara por la mente, ojalá Dios me lleve", ha expresado el principal acusado -sin antecedentes y con el estatuto de apátrida cuando sucedieron los hechos- durante el ejercicio de su derecho a la última palabra. "¿Qué somos 'la manada'?", se ha preguntado a continuación. "Soy totalmente consciente de que en cualquier tipo de relación tiene que ser mutuo (el consentimiento)", ha reconocido el segundo implicado -también sin antecedentes penales y residente en España-, tras lo cual ha negado haber ayudado a nadie a "hacer algo así". "No soy una mala persona, no tengo ningún motivo para hacer eso", ha remachado, convencido de que en el citado local no pasó "nada fuera de lo normal".

"HACERME LO QUE QUERÁIS, PERO NO ME MATÉIS"

En su declaración, la víctima ha testificado que no conocía "de nada" a ninguno de los dos acusados, "ni de vista", sino que les vio por primera vez la noche de los hechos denunciados, en un bar de Torrelavega en el que estuvieron hasta que cerró y se fueron al garaje donde tuvo lugar la supuesta violación.

Ha explicado que ese día salió de fiesta con una amiga y cuando coincidieron en el local de ocio estuvieron bailando, pero de forma "amistosa". También ha señalado que bebió "bastantes cervezas", pero no consumió drogas, hasta el punto de que se sintió "mareada" en el establecimiento. Por lo demás, ha dicho no acordarse de quién fue la idea de ir al garaje ni cómo fueron -le "suena" que en un "coche gris"- ni de haberse caído por el camino. Una vez en él, ha rememorado que había "tres" personas y que su amiga "se fue y me dejó allí", sin decirle "nada". "Cuando me quise dar cuenta no estaba ya", ha apuntado al respecto, señalando después que no la dejaron salir, sino que la cogieron por los "brazos" y la llevaron "tirando" de ella por un pasillo hasta el baño, "a la fuerza". Y como ellos tiraban y ella no quería entrar, sintió "pánico" y les rogó: "Hacerme lo que queráis, pero no me matéis".

Sobre las relaciones sexuales, ha subrayado que "en ningún momento" las consintió, y ha reafirmado así que el principal acusado "abusó de mí, me violó" (tiene "clarísimo" que fue él "por la voz"), en tanto que el segundo implicado "le ayudó". Ha detallado que la "desnudaron" ambos -pues ella no se bajó la ropa "en ningún momento"- y que la agarraron por los "brazos", de uno cada uno, para colocarla contra la pared y penetrarla de espaldas, por vía vaginal y anal. "Cuando terminaron de violarme les oía decir: '¿qué hacemos con ella? Cuando volvamos vemos lo que hacemos'", ha parafraseado la mujer mientras repasaba lo sucedido, indicando a continuación que ellos se fueron y otro chico que estaba en el garaje la dejó salir. Se fue "corriendo" porque "tenía miedo a que volvieran y me hicieran algo", no "de llegar a casa", ha diferenciado. Por el camino se encontró con una vecina que la acompañó a su domicilio, donde contó lo sucedido a su pareja, hija y hermana.

VERSIÓN DE LOS ACUSADOS

Sin embargo, los dos acusados han discrepado de esta versión, asegurando entre otras cosas que conocían a la víctima "de vista" y del "barrio", aunque no habían hablado con ella antes. El principal procesado ha indicado que la noche que se encontraron en el bar ella estaba "alegre" o "contenta", pero "no mal", y que estuvieron bailando y hubo "algún gesto cariñoso", pero no besos.

Una vez cerró el pub, los dos hombres decidieron ir al garaje hasta que, según ha dicho, se les pasara el efecto y el olor a alcohol, pues sus padres son saharauis y musulmanes y beber no da una "buena imagen" en su cultura. Ha apuntado que la amiga les pidió ir con ellos y que la víctima se cayó al menos "dos veces": una al salir del bar y otra en el trayecto al local. Ya en el garaje, ha indicado que la denunciante estaba "muy cariñosa" con él y le decía cosas del estilo "cómo has crecido niño", "qué bien bailas" o que ella "nunca había estado" con alguien de su edad (entonces él tenía unos 23 o 24 años), y además de "risas" entablaron las "míticas conversaciones picantes" mientras ella le daba "besos en el cuello", "se abría el sostén" o le "metía mano".

Así, fue una "idea mutua" el mantener relaciones, "más de ella que mía", y la "iniciativa" de ir al baño la "tomaron "entre los dos", ha considerado este enjuiciado, para precisar que tuvieron lugar en el pasillo que conduce al servicio, "pegados a la pared", de modo que les "podía ver" un chico que estaba durmiendo en un sofá en el local. Ha detallado que "se quitaba ella sola la ropa", que no se opuso, que "solo" hubo penetración por la vagina y que al terminar no se fue de forma inmediata.

Sobre la marcha de la amiga, ha aseverado que "repitió como cuatro veces" a la víctima si quería irse con ella y "no quiso", y ha negado en cualquier caso que ellos no la dejasen salir, sino que "la hemos invitado a irse más de cinco veces", ha afirmado. Pero ella le replicaba: "¿Dónde voy yo ahora?, ¿Qué le explico a mi marido?", así que ellos se fueron y la dejaron en el garaje, que nunca "se cerraba" y del que era "muy fácil salir", y en el que siempre había más gente. "El único problema que creo que ha habido es habernos marchado a casa y no la hemos ofrecido dónde ir", ha opinado el considerado autor de los hechos, mientras que el supuesto cooperador necesario de los mismos cree que la denuncia obedece al "marido" de la víctima y las explicaciones que debía de darle al regresar a casa.

Por lo que a él respecta, ha asegurado que no bailó con ella en el bar, pues estaba con su pareja, con la que tuvo relaciones al acompañarla al coche para que se fuera a casa. Vio "complicidad" y "actitud cariñosa" entre su amigo y la víctima, a la que recogió por "los dos brazos" una de las veces que se cayó. También les vio en el pasillo del garaje, pero no si tuvieron sexo pues se quedó dormido.

Finalmente, los forenses han indicado que el semen hallado en las muestras recogidas coincide con el del principal acusado y con una penetración anal -que puede no causar lesiones-, y que las que presentaba la víctima en la cara interna de los antebrazos son "compatibles" con "presión y agarre", aunque pueden serlo por sujetar tras una caída o por una agresión, de una misma persona o de dos distintas.