CORONAVIRUS

Pequeños accionistas urgen la reapertura de Sniace para fabricar celulosa para material sanitario

Fábrica de Sniace
Fábrica de Sniace

Los accionistas minoritarios de Sniace han dirigido una carta a los presidentes de Cantabria y España, Miguel Ángel Revilla y Pedro Sánchez, en la que les piden colaboración entre ambos gobiernos y que actúen "urgentemente" para reabrir la factoría de Torrelavega, que hace mes y medio cesó su actividad y solicitó la liquidación. El objetivo es que la planta reanude la producción de fibra y celulosa y contribuir, a partir de estas materias primas con las que se elabora material sanitario -como mascarillas o batas-, a la lucha contra el coronavirus.

Así lo defienden en la misiva, remitida a Europa Press, los pequeños accionistas: cerca de 400 que han invertido "mucho dinero" en Sniace, con aportaciones de entre 6.000 y 100.000 euros, según ha detallado uno de ellos a esta agencia. En el texto aluden a la "difícil" situación en que se halla inmersa España y estados de todo el mundo por el Covid-19, que está "golpeando duramente" a los ciudadanos y a las empresas y repercutiendo en la economía global, lo que acarreará "duras consecuencias".

El comité de empresa de Sniace no se opone a la reapertura de la fábrica, pero avisa de los problemas legales, técnicos y económicos

También se refieren a la declaración del estado de alarma en nuestro país y al posterior endurecimiento de las medidas al paralizar actividades no esenciales, así como a la solidaridad de la sociedad, con donaciones o la reconversión de actividad en industrias, mientras Sniace "sin ninguna transformación, podría mejorar enormemente el escenario de la lucha contra la pandemia".

MOTIVOS OSCUROS

"No conseguimos entender los oscuros motivos por los cuales permanece cerrada una fábrica que puede ayudar en gran medida a paliar los efectos del virus y contribuir en la prevención del contagio", se lamentan. Tras indicar que el estado de alarma se decretó "un día después" del auto judicial que iniciaba la liquidación de Sniace, recuerdan que ésta había sido solicitada al entender que no se cumplían las circunstancias necesarias que garantizasen su viabilidad a raíz del decreto del Gobierno sobre cogeneración, que limitaba en gran parte la posibilidad de obtener ingresos a la empresa.

Pero, desde entonces, "las circunstancias han cambiado radicalmente", hasta el punto de que "en la actualidad ya no se trata de un tema de ingresos o pérdidas, que es irrelevante, sino de la labor sociosanitaria que la empresa podría llevar a cabo en estos momentos tan difíciles", defienden los accionistas minoritarios. "Ya habrá tiempo más delante de decidir si la compañía es viable o no, pero desde un punto de vista no sólo jurídico, sino también humano, los hechos apoyan una urgente reapertura de la empresa", reclaman, para asegurar que es "posible jurídicamente al haber cambiado las circunstancias que motivaron su cierre".

"Y la ley concursal así lo establece al defender siempre y ante cualquier otro el principio de supervivencia de la empresa", apostillan los accionistas, que insisten en cualquier caso que "ahora ya no se trata de una cuestión jurídica, sino de ayuda a la población española".

PROBLEMAS LEGALES, TÉCNICOS Y ECONÓMICOS

Por su parte, el comité de empresa de Sniace no se opone a la reapertura de la fábrica, pero avisa de los problemas legales y técnicos para reanudar la producción y, también, los económicos, derivados de la inversión que requeriría reactivar la planta. Ante esta petición de los pequeños inversores, y al igual que hicieron con la campaña ciudadana de recogida de firmas en change.org -que lleva algo más de 1.800 rúbricas en una semana-, desde el comité aclaran que no se oponen a la reapertura de la factoría, sino que estarían "encantados" de que se hiciera. "¡Qué más quisiéramos nosotros!", expresan a esta agencia.

Pero advierten de problemas para hacerlo, desde el punto de vista legal (está en fase de liquidación y en manos de administradores concursales designados por el juez), técnico (está parada la actividad desde hace mes y medio) y económico (se requiere energía y un nuevo suministro de gas, contratos que se firman por varios meses y en los que hay que adelantar el dinero).

A ello se añade que, de momento, no hay desabastecimiento de célula y fibra como la que fabricaba Sniace. Es decir, que hay materia prima y se demanda el producto final (mascarillas, batas, etc), apuntan desde el comité.