El Foro de Atención Primaria de Médicos de Cantabria organizó ayer por la tarde una asamblea urgente en la que se acordó por unanimidad exigir al Servicio Cántabro de Salud (SCS) que elimine el nuevo sistema de gestión de la demanda, así como iniciar movilizaciones para protestar contra este modelo que consideran que supone una "pérdida del control" de las citas en sus consultas y genera una atención "despersonalizada e inflexible" con las necesidades de pacientes, médicos y demás personal de los centros de salud.

En concreto, los 60 médicos que acudieron a la asamblea acordaron comenzar a movilizarse con concentraciones en los centros de salud, cartas dirigidas a los responsables del SCS solicitando la eliminación del nuevo sistema y acciones con las asociaciones de pacientes para explicarles las consecuencias de una medida que consideran "electoralista" y que "solo busca la reducción de las listas de espera de Atención Primaria sin pensar en las necesidades de los pacientes ni en la autonomía que necesitan los médicos para desarrollar su profesión con eficiencia".

Además, los médicos van a pedir ayuda a las sociedades científicas nacionales y a la Organización Médica Colegial de España (OMC) que apoyen su postura y no descartan acudir a los tribunales para que "su autonomía como facultativos no se vea mermada por un sistema" que, según dicen "secuestra su agenda y atenta contra la calidad asistencial que debe ofrecer la Atención Primaria".

Según ha informado el Colegio de Médicos de Cantabria, las acciones ya han empezado a organizarse con la formación de un grupo de representantes de centros de salud de la región, que serán los portavoces del colectivo profesional y le informarán de cada movimiento para "conseguir recuperar el control de la demanda por parte de los médicos", condición que ven "indispensable" para una correcta relación médico-paciente. Sin embargo, desde el SCS han reiterado que este sistema que rechazan ahora los profesionales es fruto del acuerdo que puso fin a la huelga que tuvo lugar en noviembre impulsada por el Sindicato Médico, tal y como se recoge en el acuerdo firmado con este y con otros sindicatos, cuyo objetivo era limitar la agenda a un máximo de 35 pacientes al día.

Así, el SCS ha defendido que el nuevo sistema es "bueno" para la Atención Primaria y que con él "se está mejorando la accesibilidad de los usuarios y disminuyendo la burocracia" de los facultativos. Además, se está trabajando su implantación y solventando las dificultades con los profesionales y los coordinadores de centros.