MANIFESTACIÓN

Cerca de 3.000 personas salen a la calle el 1 de mayo tras dos años de parón por la pandemia

Manifestación del 1 de mayo de 2022
Manifestación del 1 de mayo de 2022

Cerca de 3.000 personas se han manifestado este domingo en Santander para reivindicar sus derechos en un 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, enmarcado en una situación "extremadamente compleja" por el contexto de crisis económica y humanitaria. Por eso, en esta ocasión las tres reivindicaciones principales han sido contener la subida de los precios derivada de la guerra en Ucrania, subir los salarios de acuerdo con ese aumento de la inflación y avanzar en políticas de igualdad. Asimismo, se ha aprovechado este día para condenar el conflicto bélico en Ucrania y exigir su "cese inmediato".

La marcha, convocada por CCOO y UGT, ha partido a las 12:00 horas de la calle Jesús de Monasterio y ha transcurrido hasta los Jardines de Pereda, donde han intervenido los secretarios generales de los sindicatos, Rosa Mantecón y Mariano Carmona.

A pesar de ser un día "complejo" por coincidir con varias celebraciones, como el Día de la Madre o el partido con el que el Racing ha confirmado su ascenso a Segunda División, los convocantes se han mostrado contentos con el número de asistentes, que han marchado con banderas y globos rojos y morados, los colores de UGT y CCOO, y encabezados por una pancarta con el lema de este 1 de mayo 'Subir los salarios. Contener los precios. Más igualdad'.

También han caminado entre pitos y cánticos como "la lucha sigue cueste lo que cueste, de norte a sur y de este a oeste", "hace falta una huelga general" o "expropiar al banquero, rescatar al obrero"; y han portado varias pancartas con inscripciones como 'Salarios, empleo público y derechos', Defender las pensiones es cosa de todos', 'Por un convenio digno para la industria siderometalúrgica de Cantabria' o '¿Y el convenio pa' cuando'.

Con estas últimas han denunciado que las patronales están "bloqueando" los convenios e impidiendo que los trabajadores puedan conseguir las subidas salariales necesarias cuando, ante la pandemia, las empresas han podido "sobrevivir con grandes fondos públicos".

También había carteles de 'No a las guerras. Siempre perdemos los trabajadores', con la que han condenado el conflicto entre Rusia y Ucrania pero también han mostrado su solidaridad con el pueblo saharahui y han criticado el "giro histórico" del Gobierno central en torno al Sáhara Occidental.

En la manifestación ha habido varios representantes de PRC y PSOE. Entre los regionalistas, la consejera de Educación, Marina Lombó, o los diputados Pedro Hernando y Emilia Aguirre; y entre los socialistas la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, el vicepresidente, Pablo Zuloaga, la portavoz parlamentaria, Noelia Cobo, o la senadora Isabel Fernandez. También había representantes de Podemos, IU y PCTE.

Antes de iniciarse la marcha, los secretarios generales de UGT y CCOO han destacado en declaraciones a los medios los "importantes acuerdos" logrados en el marco del diálogo social, como la subida del salario mínimo a 1.000 euros, la reforma laboral o leyes puestas en marcha como las de teletrabajo y riders.

Sin embargo, Carmona (UGT) ha denunciado que "al final se está yendo todo a la cuenta de resultados de las empresas, multinacionales petroleras o gasísticas que la mayoría se han generado con dinero publico y ahora están en manos privadas".

Asimismo, ha pedido al Gobierno central medidas para contener la inflación y ha trasladado al Gobierno regional que los problemas "no se solucionan solo con fondos europeos", sino que "hay que hacer políticas" que sean "comunes". "Hay que ser todos una piña, dejarnos de personalismos y asumir las oportunidades", ha sentenciado.

Por su parte, Mantecón (CCOO) ha destacado a los trabajadores que "pusieron toda la carne en el asador" al comienzo de la pandemia para prestar los servicios básicos y que "a nadie nos faltara de nada". Y ha lamentado que tras superar lo más duro del Covid -la manifestación de hoy se ha recuperado tras dos años suspendida por la pandemia- se haya llegado a la situación actual "extremadamente compleja", que "está poniendo en jaque la supervivencia de muchas empresas" y dificultando que los trabajadores "puedan llegar a fin de mes". "La clase trabajadora no se merece seguir siendo la única pagana de crisis tras crisis", ha dicho.

Por eso, además de insistir en contener los precios y equipararla a los salarios, han pedido aumentar las políticas de igualdad, que "han avanzado mucho" pero son necesarias porque "la situación es crítica nuevamente".

"Si todo sube, los salarios también", han defendido, advirtiendo que, de lo contrario "la conflictividad laboral está asegurada". Y han reclamando al Ejecutivo cántabro "medidas valientes" para afrontar los grandes retos del futuro de "una comunidad muy desequilibrada como la nuestra" y la misma valentía al Gobierno de España para cambiar "unas políticas energéticas de la UE que no son justas".