Comprar unos buenos sofas para el hogar. Esa es la misión fundamental de muchas parejas y familias enteras apenas comienza el primer trimestre del año. Es posible que en las navidades no se haya tenido tiempo para comprarlos, o que el espacio estaba muy ajustado por las decoraciones de la temporada. Pero ya es un buen momento, aunque surgen algunas dudas comunes.

La primera es que no se sabe por dónde empezar la búsqueda. Y es algo muy común porque existen muchos tipos de sofás. La segunda tiene que ver con la primera, y es que primero debe conocerse el espacio disponible en casa antes de buscar el sillón ideal. Teniendo todo esto en consideración, se clasifican los principales modelos de sofá.

Modulares

Su nombre deriva de la palabra “módulo”, y tiene su explicación en que cada sofá está dividido en diversas partes que pueden colocarse o cambiarse al gusto de cada persona. Son la opción más acertada para los espacios pequeños porque, además de poder utilizarlos de forma individual como si se tratara de sillones, pueden agruparse en formas de L, de U, o hasta combinar con elementos como mesas de noche, pufs, entre otros elementos para el salón.

Son la propuesta adecuada para hogares de tipo minimalista, bien sea por gustos personales o por necesidades de espacio.

Chaise Longue

Conocidos en el argot popular como sillones cheslong, los Chaise Longue, derivados de diseñadores franceses clásicos, han ido amoldándose hasta convertirse en algo más que sensuales divanes.

Su uso está recomendado para salas grandes, e incluso para exteriores como terrazas o patios, siempre y estos se encuentren techados o resguardados de alguna manera de las inclemencias del clima.

Sofá cama

Si el uso del espacio es la principal prioridad, un sofa cama debe ser la alternativa predilecta. De esta manera, se estarían solucionando dos problemas con un único mueble: el de descanso, y el de reposo en la sala de estar, bien sea para ver televisión o conversar.

Dentro de su categoría, los fabricados en bipiel son los favoritos y más duraderos. Del mismo modo, los que por su fabricación permiten convertirlos en literas, duplicando las soluciones ofrecidas para el descanso.

Sillones individuales

Son un clásico. Por tanto, su uso ha ido en aumento a través de los años. Hoy en día los sillones son necesarios en establecimientos comerciales donde se quiera garantizar el confort a los visitantes, en centros de salud donde deban quedarse acompañantes con los pacientes, pero también en las casas de estilo rústico o invernal, que es donde quedan como anillo al dedo.

Sus puntos destacables son la durabilidad y la calidad de sus tapizados. De cualquier modo, escoger dependiendo de su precio puede ser una de las mejores formas de conseguir un buen producto a bajo costo, ya que la mayoría de este tipo de muebles dura muchísimo.

Ergonómicos

La ergonomía no sólo es un término asociado a las sillas de oficina. La ergonomía debe ser una prioridad para la salud, y por eso en esta categoría están los que permiten reclinarse completamente y extender la parte posterior de su constitución para convertirse en elegantes sillas de reposo, o hasta en un sofá cama.

La movilidad y la comodidad son las únicas prioridades de estos sillones. Algunos incorporan sistemas eléctricos para permitir masajes y hasta elevación de la temperatura en caso de climas muy fríos. Su costo es, además, el más elevado de la lista.