DEPORTES

Peláez dice que pidió a Villar que dimitiera y este le echó en cara el haberle dejado solo

El presidente de la Federación Cántabra de Fútbol explica en una entrevista cómo está viviendo la operación Soule, en la que también está imputado.

José Ángel Peláez, presidente de la Federación Cántabra de Fútbol
José Ángel Peláez, presidente de la Federación Cántabra de Fútbol

“Usted llegó a decir que ponía la mano en el fuego por Villar. Y se ha quemado”. Es una de las preguntas de La Voz de Galicia a José Ángel Peláez, el presidente de la Federación Cántabra de Fútbol (FCF), que responde que “al no haber estado nunca en comisiones económicas ni tampoco en lo que parece que han hecho, pues evidentemente no sabía esas cosas. Yo, a Ángel, siempre lo he considerado un hombre noble. Con sus rarezas, pero noble. Me cuesta creer que este señor haya hecho todas esas barbaridades. Es como si está casado y de repente vienen un día y le dicen que su mujer está detenida por asesinar niños y enterrarlos en el jardín del vecino... Pues mire, estaba casado con ella pero no lo sabía... Al tener acceso al sumario, que yo no lo tengo, pues me he visto sorprendido... Pero dentro de la sorpresa, son cosas que me cuesta asimilar porque yo no las he vivido”. En la entrevista, publicada este jueves, Peláez asegura que él envió un burofax al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel Villar, “pidiéndole su dimisión” y que también fue a un hotel para pedirle a Villar que dimitiera, y que este le respondió “la primera vez, que lo pensaría” y “la segunda, que no dimitiría”, y que ese fue “el motivo por el que activamos la moción de censura”. El presidente de la Federación Cántabra de Fútbol asegura asimismo que habló por última vez con Villar “cuando salió publicada una entrevista en la que decía que se sentía defraudo” y que él le respondió que lo sentía mucho, pero que él también se sentía así. “Él dijo que le habían dejado solo como un leproso y yo le respondí que no, que tenía cojones la cosa que se había generado”, añade Peláez.

Cuestionado por su aparición en la operación Soule “en un momento en el que le dice a Villar que disponía de 5,2 millones de euros 'para lo que se te ponga en los huevos'”, Peláez asegura que “ésa es una conversación de 16 minutos en la que hablamos del estudio para el reparto de los derechos televisivos a los clubes, porque yo me encargaba un poco de esa relación con los equipos modestos. Estudié el proyecto y vi que, de la suma de todo el bloque de dinero que recibe la RFEF para distribución entre el fútbol aficionado y territoriales, había 5,2 millones sin destino finalista en ningún convenio ni en ninguna orden ni en nada... Eran por tanto de libre disposición. Si se va al artículo 34,3 de los estatutos se puede ver que dice que todo aquello que no esté regulado para un fin específico es de libre disposición para el presidente de la RFEF. Y de ahí la frase. Un poco burra, quizás sí, pero es una manera un poco de hablar que tenemos los del norte”.

En cuanto a su imputación por el caso del campo de Tanos, un dinero que terminó apareciendo pero que el juez tiene interés en saber en dónde estuvo, si se movió y para qué se usó, el presidente de la FCF asegura que ese dinero “ni se movió, ni se usó y se devolvió a la RFEF en su día. Y cuando el ayuntamiento de Torrelavega cumplió todos los requisitos se le pagó. Mire, acabamos de hacer el recurso al TAD, que es el mismo que vamos a llevar al juzgado. El mayor problema aquí es que el CSD requería información a José María Castillón, yo se la mandaba a él y este la dejaba allí en un cajón y no la enviaba. He presentado las cuentas desde el 2014 en el recurso y se ve que siempre hubo más de los 310.000 euros que cubrían esta situación. ‘Silvero está más capacitado que muchos’”.

Después de que el pasado 26 de diciembre se hiciera público que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha abierto un expediente administrativo contra Peláez por el caso del campo de Tanos, fue el propio afectado quien aseguró, en declaraciones a varios medios, que pensaba iniciar una huelga el próximo 10 de enero frente al Consejo Superior de Deportes (CSD) por lo que calificó de “abuso y mala utilización del derecho” y para que “se respete la legalidad vigente”. “Y mientras, no me moveré de allí”, aseveró.