TRIBUNALES

El tendero chino murió de una embolia pulmonar provocada por un golpe en la cabeza durante la paliza

El estado del hombre, que tuvo que ser intervenido del traumatismo craneoencefálico, se vio agravado por complicaciones derivadas de la patología previa que presentaba.

chino
Un instante del juicio por la muerte del tendero chino de Torrelavega

El comerciante de nacionalidad china agredido en el local que regentaba en Torrelavega en noviembre de 2015 falleció días después de la paliza en el hospital, de una embolia pulmonar por trombosis (formación de un coágulo de sangre) desencadena a su vez de un golpe en la cabeza, donde presentaba lesiones compatibles con puñetazos o patadas.

Además, el estado del hombre, que tuvo que ser intervenido del traumatismo craneoencefálico, se vio agravado por complicaciones derivadas de la patología previa que presentaba (insuficiencia renal crónica), que era "muy importante".

Así lo han manifestado los médicos que estaban de guardia en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Valdecilla cuando murió el comerciante -apenas una semana después de la paliza- y las forenses encargadas de la autopsia en la tercera sesión del juicio que se sigue esta semana contra los tres jóvenes acusados -dos chicos y una chica-, cada uno de los cuales se enfrenta a una petición de 25 años de cárcel del fiscal.

TESTIGO

En la sesión, -celebrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria y que quedará vista para sentencia este jueves, cuando las partes eleven a definitivas sus conclusiones-, también ha declarado un testigo más de los hechos, un vecino del barrio de La Inmobiliaria que vivía frente al bazar.

Este hombre, de etnia gitana y que ha comparecido una jornada después de lo previsto al no personarse en la vista el día que estaba citado, ha relatado que en el momento de los hechos estaba en el balcón de su casa, en un primer piso. En un momento dado, oyó "gritos" y "ruido" en la tienda, y se dio cuenta de que "estaba ocurriendo algo" dentro, pues había "alboroto" y "jaleo".

Así, se fijó en el interior, y aunque la calle que separa su inmueble del comercio -que dista unos 20 ó 30 metros- estaba en obras entonces, con grúas y máquinas, observó que "caían cosas". Después, oyó decir "vamos, vamos" y vio salir una chica sola y al poco tiempo -"segundos"- dos chicos.

"Eso lo pude ver bien, perfectamente", ha afirmado este testigo. "Creo recordar que uno tiraba del otro", ha comentado, antes de apuntar que se fueron los tres juntos "andando".

A petición de uno de los abogados, le han mostrado la declaración que hizo poco después de los hechos en el juzgado de instrucción, ante cuyo titular manifestó que "un chico estaba sujetando a otro", y se ha ratificado en la misma.

"Fue todo tan rápido..." se ha expresado este vecino, que no vio entrar al establecimiento a los encausados, ni a ninguna persona más, aunque ha dicho que sí había gente por la calle, que "pasaba, miraba y se marchaba".

Al cabo de unos "minutos", la víctima estaba en la calle junto a su esposa -a la que previamente, durante la trifulca, había oído "gritar" dentro del bazar- y hasta que se le llevó la ambulancia.

EMBOLIA POR GOLPE EN LA CABEZA

El tendero chino ingresó en el hospital con un traumatismo craneoencefálico debido al cual presentaba una hemorragia cerebral, de la que tuvo que ser operado, ya que el sangrado hacía que su vida corriera peligro.

Precisamente, esto era "lo que más pesaba" dentro de su estado de "gravedad" y su situación basal -daño renal crónico- impedía suministrarle medicación para evitar la formación de coágulos y una trombosis, falleciendo finalmente de una embolia pulmonar.

Lo han explicado los dos médicos que estaban de guardia la noche que murió el comerciante, que dada su patología previa era un paciente "más débil" y "propenso a hemorragias", y también "más vulnerable a complicaciones".

De hecho, además de estar encamado, sedado y sin poder recibir la medicación contra los trombos, que "multiplica" las posibilidades de sufrir uno, el hombre también precisó respiración artificial, por lo que tuvo una infección "relevante", "propia" de la ventilación asistida, pero que no tuvo "nada que ver" en la muerte.

Así, esta neumonía "no fue una complicación catastrófica", ha precisado uno de los procesionales que le atendían, que ha valorado al respecto "se estaba tratando con antibiótico y respondía".

De todas formas, uno de los médicos ha precisado que tras una operación "tan importante" es preciso más tiempo del que transcurrió hasta que murió el comerciante para ver la recuperación y evaluar posibles secuelas, algo que en este caso "no se puedo hacer porque no hubo tiempo suficiente".

LESIONES COMPATIBLES

Por su parte, las forenses encargadas de la autopsia han señalado que la "causa básica" de la muerte fue el traumatismo craneoencefálico, que fue el motivo "fundamental, más grave e importante", pues hizo "desencadenar" lo demás, aunque también contribuyeron la patología previa y complicaciones que tuvo la víctima antes de que fallaran todos sus órganos.

Sobre las lesiones las peritos han precisado que el tendero no presentaba ninguna fisura o herida, sino contusiones -que pueden ser compatibles con puñetazos o patadas- y pequeñas exfoliaciones en la cabeza.

También apreciaron un "contragolpe" en la parte izquierda, en la zona opuesta al punto de choque, y que se produce indistintamente -han explicado- cuando una persona recibe un golpe en la cabeza, esté de pie, tumbada o por una caída.

Finalmente, las expertas no apreciaron "ninguna" señal de lucha o defensa por parte del comerciante chino.