CONSUMO

Regalos de empresa que no pasan de moda

A pesar de vivir en una época en la que la tecnología y lo digital nos rodea, los productos promocionales personalizados siguen estando muy presentes. Y es que a todo el mundo le gusta recibir un detalle, por pequeño que sea.

Hay detalles que nos siguen gustando y a los que parece que no queremos renunciar
Hay detalles que nos siguen gustando y a los que parece que no queremos renunciar

La electrónica y las nuevas tecnologías han cambiado mucho nuestra forma de vivir. Es verdad que hoy vivimos rodeados de inventos que hace muy pocos años no existían, y que nuestro mundo se parece bastante a lo que el cine o la literatura imaginaba para esta época, al menos en parte. Sin embargo, a pesar del tiempo y los avances hay necesidades que no cambian. Y junto a ellas, detalles que nos siguen gustando y a los que parece que no queremos renunciar. Hablamos de los productos promocionales con el logotipo de las empresas. Mucho más que ropa laboral, y que además de práctica puede convertirse en artículos de colección.

Camisetas, un clásico que crea tendencia

De todos los textiles promocionales que nos podemos encontrar, sin duda hay una prenda que destaca por encima de las demás. Y es que las camisetas tienen algo que las hace irresistibles. No es extraño, por tanto, que muchas empresas cuenten con una partida de camisetas personalizadas para regalar a sus clientes más fieles, que se convierten en anuncios andantes casi sin darse cuenta. Algunas de estas se han convertido en un clásico y hasta han inspirado a diseñadores de moda para replicarlas y convertirlas en una prenda de exhibición en sus desfiles. Una muestra de lo eficaz que es este tipo de marketing aunque hace décadas que se implantó.

La clave: prendas que cumplen una función

Uno de los motivos por los que estos productos tienen tanto éxito, seguramente el principal, es que a pesar de ser promocionales tienen una utilidad muy específica. Las camisetas mencionadas antes visten nuestro cuerpo, algo a lo que no podemos renunciar y que la electrónica no consigue cubrir. Y este es solo un ejemplo, porque hay otros artículos que hacen lo mismo, como las bolsas mochila personalizadas, que nos ayudan a llevar encima nuestras pertenencias. En muchas ocasiones no nos importa pagar el pequeño precio que supone usarlas, que es el de mostrar el logotipo de la empresa que ha hecho el regalo. Con tal de tenerlo todo a mano, estamos dispuestos.

Otro ejemplo muy claro son las gorras y los sombreros. Es muy habitual encontrarnos con eventos deportivos o actividades al aire libre organizadas por marcas, que regalan estas prendas para protegerse del sol y disfrutar mejor de la ocasión. Como normalmente no solemos prever que podríamos necesitar esta protección, se agradece mucho que nos obsequien sombreros personalizados con la marca de la empresa. Objetos que muchas veces se convierten también en adornos para el coche, ya que a menudo se observa en la parte trasera de estos un par de sombreros a modo de decoración, recordando la ocasión en la que se regalaron. De manera inconsciente, volvemos a dar publicidad a la marca que hizo la campaña.

Prendas de colección: un paso más allá del marketing

Algunas personas aman los productos promocionales, hasta el punto de coleccionar todos los que pueden. Hay quienes se concentran en una marca en concreto, mientras que otros buscan un producto en particular y crean su particular museo. Hay quien se ha hecho con tantos artículos de promoción, que ha aparecido en listas de récords. Un ejemplo más de lo eficaz que es el uso de textiles y objetos personalizados, aún viviendo en un período de la historia en el que lo digital gana terreno a lo analógico.

Si tienes una empresa, ¿utilizas estas campañas para hacer promoción? Si no es así, deberías planteártelo.