El exjefe de la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria condenado por provocar el fuego que en febrero de 2019 arrasó la Sierra de la Alcomba no ha recurrido la última sentencia, del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.

Así, al no acudir ante el Supremo, la condena es firme, según ha podido saber Europa Press a través de fuentes personadas en el caso, que se juzgó en la Audiencia Provincial el pasado mes de marzo.

La Sala de la Sección Primera impuso al acusado una pena de tres años y medio de cárcel, además del pago de una multa de 3.600 euros y más de 220.000 euros de indemnización a las partes perjudicadas, por los gastos de extinción y los daños ambientales producidos por el fuego, que calcinó 144 hectáreas de arbolado y matorral. Entre los damnificados figuran el Ministerio de Medio Ambiente, el Gobierno regional y el Ayuntamiento.

Después, la Sala de lo Civil y Penal del TSJC ratificó el fallo, al desestimar el recurso de apelación interpuesto por el implicado, que no va a presentar uno de casación ante el Alto Tribunal, con lo que la resolución adquiere firmeza.

Tras la vista oral, la AP concluyó que el procesado prendió de forma "directa, voluntaria e intencionada" siete focos que calcinaron La Alcomba, considerándole así responsable de un delito de incendio forestal de especial gravedad.

La condena supuso una rebaja de seis meses respecto a los cuatro años de prisión que solicitaba la fiscal, que reclamaba por su parte 7.200 euros de multa y diferentes sumas a los afectados.

HECHOS PROBADOS

Los magistrados consideraron probado que en la fecha del fuego, del 17 al 18 de febrero de 2019, estaban activados los servicios especiales del nivel 2 del operativo de lucha contra incendios de Cantabria, por altas temperaturas y fuertes rachas de viento sur. Situación que fue comunicada al acusado, como coordinador de los voluntarios ramaliegos.

Entre las once y media de la noche y las doce y diez de la madrugada el procesado se dirigió a la Sierra de La Alcomba conduciendo un vehículo del Ejecutivo autonómico dotado con sistema de geolocalización.

En la carretera procedió, desde la cuneta izquierda y usando un acelerante (gasolina), a "prender fuego al monte, al menos en siete puntos de inicio diferentes, en una distancia lineal entre ellos de 65 metros, que se propagaron con gran facilidad".

De esa manera, se generó un incendio forestal que afectó a 144,30 hectáreas, superficie compuesta principalmente de eucalipto, matorral, tojo y zarzas, así como zona de pastos.

Precisamente, esta vegetación "determinó que la severidad del incendio fuera muy alta". De hecho, se extinguió a las siete de la tarde del día siguiente.