A día de hoy, en pleno siglo XXI, la comunidad LGTBI sigue sufriendo el rechazo de una parte de la sociedad. Ese rechazo muchas veces se traduce en insultos. Otras, más graves, en agresiones físicas. Pero en otras ocasiones, tal vez más invisibles, toma la forma de rechazo laboral. Es lo que le ha pasado a un carpintero que en primavera se trasladó desde Madrid hasta Potes junto a su pareja, y que ha denunciado lo ocurrido este lunes, Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

Ambos querían iniciar una nueva vida allí. El hombre había localizado una oferta de trabajo como carpintero en un taller, pero tras la entrevista fue rechazado por tener “ese problema que no es un problema”: su homosexualidad.

Como ha explicado en declaraciones a la Cadena Ser, el afectado, durante la entrevista con el propietario del taller, respondió a preguntas de índole personal, explicando que había llegado junto a su pareja, un hombre que trabaja en el sector hostelero. Según narra al medio de comunicación, notó que la expresión del propietario cambiaba. Y una semana después, recibió la llamada en la que le comunicó que “no me encajas” para trabajar en el taller.

Si bien el hombre no le pidió explicaciones, tal y como se desprende del audio publicado por el citado medio, el propietario del taller le explicó que “tienes ese problema que no es un problema, yo no lo veo como un problema”, y que, al consultarlo con otros compañeros, “no les apetece mucho” contar con él en el equipo.

El hombre, sin entender del todo lo que ocurre, le pregunta a qué se refiere, a lo que le responde que “eres gay. ¿Me entiendes?”. Y eso, según argumenta, va a “crear un problema. Yo entiendo que no es así, que la vida ha cambiado”, pero le rechaza por su condición sexual.