Cantabristas ha realizado un encuentro en su sede en Santander para reflexionar sobre las medidas concretas que deben acompañar la implantación de la Zona de Bajas Emisiones en la capital para generar consenso y aceptación popular. Su propuesta busca situar esta herramienta de control medioambiental como una oportunidad para “reducir muchas de las problemáticas del centro de nuestra ciudad, tales como la densa circulación de vehículos, los ruidos, la contaminación y el escaso espacio que queda para los vecinos”. Estas y otras reflexiones han surgido en ese debate realizado por la agrupación municipal de Cantabristas Santander, que ha sido facilitado por el portavoz cantabrista Manuel Núñez.

Tal y como ha explicado Núñez en Guevara 21, para reducir el tráfico de forma efectiva y poder ganar espacio para zonas verdes y áreas de esparcimiento para los vecinos, es importante planificar debidamente medidas como “la creación de parkings disuasorios en las afueras de la capital, fortalecer el modelo de movilidad interurbana o flexibilizar el acceso a la ZBE a vecinos y trabajadores”. Además, ha concretado que “el hecho de limitar el acceso a esas zonas a solo residentes y trabajadores eliminaría la fuerte y elitista discriminación económica que supone que solo los vehículos más nuevos puedan acceder a ellas”.

Este encuentro ha formado parte del ciclo de jornadas que Cantabristas ha organizado con el título “Santander tras la fachada”, en las que el Conceju Local de Cantabristas Santander expone algunas de sus ideas para “avanzar hacia un modelo de ciudad sostenible, moderno, verde y atlántico”. Tras una primera jornada en la que Nerea de Diego abordó el tema del urbanismo, Manuel Núñez ha facilitado este encuentro debate sobre las zonas de bajas emisiones. La última jornada, el próximo viernes 16, estará a cargo de Daniel Lobete, y, con el título de “Recuperar quiénes somos”, servirá de reflexión sobre el papel de la cultura y la identidad cántabra en Santander.