CONSUMIDORES

Limitar la cantidad de aceite de girasol que se puede comprar es ilegal

Cartel limitando el número de litros de aceite de girasol que se puede adquirir
Cartel limitando el número de litros de aceite de girasol que se puede adquirir

Consumidores en Acción (FACUA) advierte de la ilegalidad que supone la práctica de limitar el número de unidades de aceite de girasol que se puede comprar en la que están incurriendo un número creciente de cadenas de supermercados e hipermercados. La asociación está preparando una batería de denuncias contra los establecimientos infractores y espera que las comunidades autónomas procedan de inmediato a abrir expedientes sancionadores.

Debido a la invasión de Rusia a Ucrania -de donde procede buena parte de este producto- un número cada vez mayor de cadenas de supermercados está imponiendo límites a la cantidad de unidades -botellas, garrafas, etc- de aceite de girasol que cada cliente puede comprar de una vez.

Estantes aceite vacíos en Carrefour

Estantes de aceite vacíos en Carrefour

La asociación ha detectado, además, que las cadenas de distribución están especulando con los precios e inflándolos de forma desproporcionada. FACUA ha registrado importes de hasta 2,98 euros el litro en el establecimiento que vende el producto a mayor precio.

En este sentido, el artículo 9.2 de la Ley 7/1996, de 15 de enero, de Ordenación del Comercio Minorista, establece que "los comerciantes no podrán limitar la cantidad de artículos que pueden ser adquiridos por cada comprador ni establecer precios más elevados o suprimir reducciones o incentivos para las compras que superen un determinado volumen. En el caso de que, en un establecimiento abierto al público, no se dispusiera de existencias suficientes para cubrir la demanda, se atenderá a la prioridad temporal en la solicitud".

Cartel limitando la venta de aceite en Hipercor

Cartel limitando la venta de aceite en Hipercor

 

RECOMENDACIÓN A LOS USUARIOS

FACUA indica a los consumidores que no compren un número superior de unidades dejándose llevar por mensajes alarmistas tanto de prohibición como de recomendación, que no hacen sino fomentar precisamente que se lancen a adquirir mayor cantidad del producto de la que realmente necesitan, provocando así el desabastecimiento.