HOGAR

Consejos para elegir cerramientos de fincas

Un cerramiento, sobre todo si tiene muchos metros, es algo en lo que hay que gastar una buena cantidad de dinero
Un cerramiento, sobre todo si tiene muchos metros, es algo en lo que hay que gastar una buena cantidad de dinero

Cuando compramos una finca, bien sea un terreno rústico, uno urbano, un chalet, una casa, lo primero que debemos hacer es elegir bien el cerramiento para que los amigos de lo ajeno no entren y estar a salvo de visitas indiscretas.

Es por eso por lo que os vamos a dar algunos consejos sobre los cerramientos de fincas en Cantabria, que podéis aprovechar en cualquier lugar de España pues son válidos para cualquier otro sitio.

HAY QUE CONSULTAR LA LEY ANTES DE COMENZAR

En Cantabria hay muchas fincas que están bastante aisladas, de manera que es posible que se nos ocurra que podemos colocar el cerramiento que queramos.

Nada más lejos de la realidad, puesto que, aunque se trate de un terreno en el que no hay nadie en muchos cientos de metros alrededor, al final el ayuntamiento se entera de todo y tiene mucho que decir.

Para no tener problemas lo mejor es ir a nuestro ayuntamiento antes de colocar el cerramiento. Allí nos informarán del tipo de valla que podemos colocar, muy importante si estamos en una zona con fauna protegida o hay un coto de caza, de si tenemos que pedir permiso de obra, etc.

Si el cerramiento es para una casa que está en una urbanización conviene consultar con los vecinos, pues algunas tienen normas muy estrictas con el fin de que todos los cercados conserven la misma estética.

¿QUÉ MATERIAL VAMOS A USAR?

En el caso de los cercados para terrenos rústicos no hay mucho que decir, pues se suele usar un cerramiento metálico galvanizado, lo que conocemos como valla metálica, pero si el vallado es para una casa aquí sí que hay que tomar algunas decisiones.

El clima cántabro es duro, sobre todo por la humedad, de manera que habrá que pensar el material que queremos, teniendo en cuenta cómo va a resistir a la lluvia y las ganas que vamos a tener de emplear tiempo en el mantenimiento.

Por ejemplo, la madera es un tipo de cerramiento muy bonito, pero requiere de un mantenimiento anual, mientras que un cerramiento de metal aguantará más tiempo las inclemencias del tiempo sin que tengamos que prestar tanta atención.

EL PRESUPUESTO LO CONDICIONA TODO

Cuando elegimos un cerramiento el presupuesto lo condiciona todo y más aún si tenemos que poner muchos metros de vallado.

Antes de ponernos a elegir el tipo de cerramiento, el material, la altura, etc., hay que ver de qué presupuesto disponemos y preguntar en varias empresas, viendo así lo que podemos permitirnos.

De esta manera, si no tenemos mucho presupuesto y queremos un vallado para preservar nuestra intimidad podemos optar por el típico cañizo o una malla de ocultación, mientras que si el presupuesto es más alto podemos elegir vallados más resistentes y bonitos.

Eso sí, lo mejor es estirar el presupuesto todo lo posible, pues un cerramiento de calidad es casi para toda la vida si se le hace el mantenimiento adecuado, de manera que vale la pena invertir un poco más y hacerlo solo una vez que poner un vallado barato que haya que reponer cada pocos años.

Un cerramiento, sobre todo si tiene muchos metros, es algo en lo que hay que gastar una buena cantidad de dinero, por lo que conviene planificarlo muy bien, conociendo la ley antes de colocarlo y sopesando todas las opciones en cuanto a los materiales a usar.