Aunque todavía no se ha tomado una decisión en firme sobre la movilidad, los grupos y las medidas a tomar durante la Navidad y el Fin de Año, la situación en Cantabria no permite, hoy por hoy, realizar una relajación de las medidas que están implantadas actualmente. De hecho, la recomendación de Salud Pública es evitar que “la cena de Navidad no se convierta en unos Reyes en la UCI”, y eso pasa por limitar las reuniones.

Así se ha expresado la directora, Paloma Navas, a preguntas de la prensa tras presentar el balance de los últimos datos de la pandemia en Cantabria, que ha dejado 128 casos positivos en el día de ayer martes, contabilizándose 177 ingresados, de los que 33 están en la UCI.

Con estos datos y una incidencia acumulada de 445 casos por cada 100.000 habitantes, Navas ha avanzado que las medidas restrictivas que ahora mismo están activas en Cantabria (cierre perimetral de los municipios y de la comunidad autónoma, cierre del interior de los establecimientos, grupos máximos de 6 personas, ocupación de terrazas al 75%...) se mantendrán en los próximos días, y ha abogado por “no organizar cenas familiares” en la época navideña.

En este sentido, ha subrayado que si se relajan las medidas durante la Navidad “tendremos un enero muy complicado”, por lo que ha planteado la posibilidad de que, este año, las reuniones familiares se limiten y se evite la presencia de varios núcleos familiares en un único espacio.

Por otro lado, la Comunidad Autónoma se plantea ampliar de nuevo las restricciones que ya se habían extendido hasta el 2 de diciembre hasta que la situación mejore, porque aún sigue siendo de "riesgo extremo" y, de no hacerlo, "tendremos un enero muy complicado".

Navas ha insistido en que la situación a día de hoy es "muy grave" en Cantabria y que, tras la experiencia adquirida, "se espera que dentro de 30 días sea mejor, pero no será como para tener una Navidad normal en absoluto".