El tramo de la Autovía del Cantábrico (A-8) afectado por el argayo que se desprendió el 11 de noviembre a la altura de Caviedes ya tiene dos de los tres carriles operativos, aunque sigue sin haber fecha para la reapertura total.

Así lo ha confirmado este martes, a preguntas de los medios de comunicación, el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, quien ha vuelto a aludir a la "gran dificultad técnica" de los trabajos que se están llevando a cabo, sobre todo al ser simultáneos con el funcionamiento de la vía.

Por ello, Ruiz ha considerado "muy apresurado" aventurar estos plazos, más cuando las condiciones climatológicas "condicionan mucho" los trabajos.

El delegado del Gobierno "espera" que, al menos, puedan seguir abiertos los dos carriles y que, posteriormente, se pueda proceder a la reapertura del tercero.

Sin embargo, ha recalcado que "lo más importante" tanto para los miembros de la Demarcación de Carreteras como para la Guardia Civil de Tráfico es "garantizar la seguridad de los usuarios de la vía".