La Policía Nacional y la Guardia Civil establecerán este fin de semana dispositivos especiales en Cantabria, como ya lo hicieron el anterior, para prevenir y disuadir botellones. Así lo ha avanzado, a preguntas de los medios de comunicación, la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, quien ha hecho un llamamiento a la "responsabilidad individual" para evitar este tipo de prácticas, que están prohibidas, no solo por la pandemia sino por una ley autonómica y normativas municipales. "Creo que es muy triste que nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se tengan que estar centrando los fines de semana en disuadir botellones cuando evidentemente hay otros problemas mucho más importantes que nos pueden afectar como ciudadanos", ha afirmado.

La delegada del Gobierno señalado que ya el verano pasado -el primero en pandemia- el botellón fue ya un "problema importante" y ha señalado que "todas las administraciones" deben "poner de su parte" y "trabajar conjuntamente" para ponerlo fin y más en la actual situación generada por el COVID-19. Quiñones ha recordado también que el fin de semana pasado ya hubo dispositivos especiales de Policía Nacional y Guardia Civil motivados por el fin del estado de alarma -y con él el toque de queda-, que decayó el domingo a las 00:00 horas. Ha indicado que el fin de semana, de forma general, imperó la responsabilidad y "no hubo grandes problemas", solo "unas pocas sanciones" por botellón -que entre Policía y Guardia Civil no llegaron a la decena- y algunas aglomeraciones de jóvenes que, sin embargo, se dispersaron con la llegada de los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Sí ha reconocido que la noche del sábado al domingo fue "rara" por la hora que quedó "colgando" entre el toque de queda (que se inició a las 23:00 horas) y el fin del estado de alarma -que a las 00:00 horas, solo una hora después, acababa con esa limitación horaria para la movilidad nocturna que hasta ese momento imperaba. Tal y como ya informó la Delegación del Gobierno, Quiñones ha recordado que en esa hora (de las 23:00 a las 00:00 horas) la Policía Nacional y la Policía Local de Santander tuvieron que desalojar algunas zonas de la capital cántabra, como la plaza Cañadío o los bajos del Rhin en el Sardinero.