GASTRONOMÍA

Platos típicos con los que vivir una Navidad con sabor cántabro

Los caracoles a la montañesa es uno de los platos típicos en Cantabria para comer en Navidad
Los caracoles a la montañesa es uno de los platos típicos en Cantabria para comer en Navidad

A pesar de su pequeña extensión, Cantabria ofrece muchas posibilidades gastronómicas para disfrutar todo el año. Sabores con los que cualquier persona, ya sea visitante u oriundo de nuestros valles y comarcas, puede identificar que está en la ‘tierruca’. Y si tiene el conocimiento suficiente, incluso la zona de la región en la que se encuentra o de la que procede la receta.

Y la Navidad no podía ser diferente. De hecho, son muchas las recetas y los platos típicos que podemos encontrar en nuestras mesas en estas fechas, con los que calentarnos y disfrutar de la variedad de sabores dulces y salados en compañía de nuestros seres queridos.

No cabe duda de que platos como el cocido montañés o el cocido lebaniego son un clásico en la gastronomía cántabra durante todo el año, aunque el frío del invierno parece invitar más a disfrutar de estos platos de cuchara.

Aunque, sin duda, una de las tradiciones que más se suelen dar en estas fechas navideñas son los caracoles a la montañesa, cuya receta basa su secreto en el sofrito hecho a base de tomate frito casero, jamón, cebolla, ajos y nueces. Claro está, con los años esto ha ido variando hasta plantear un menú muy diverso en torno a este producto.

Otro de los platos que no puede faltar en una mesa cántabra en estas fechas son las anchoas, producto estrella de nuestra gastronomía que puede disfrutarse en diferentes épocas del año, pero que no suele faltar en las mesas navideñas, normalmente como acompañamiento o canapé. Y junto a las anchoas, el pudin de cabracho.

Continuando con los pescados, la tradición en Cantabria tiene al besugo al horno como uno de los grandes protagonistas, además de una tradicional sopa de pescado o el marisco que se recoge en nuestras costas.

Y si en pescado hay dónde elegir, en carnes la variedad es igualmente extensa. Eso sí, siempre con el sello de calidad de Cantabria que reconoce el sabor y la textura de una carne de la región. Cordero, cochinillo, chuletillas de lechazo… son algunos de los platos más típicos en estas fechas de fin de año.

Evidentemente, todo menú navideño debe tener una buena cantidad de dulces. Algunos, como los sobaos, las quesadas, las corbatas y los hojaldres, son habituales todo el año. Pero hay otros propios de estas fechas como las tostadas, que en el resto de España se conocen como torrijas. El nombre no es lo único que cambiamos en Cantabria, pues este plato, ideal como postre o para desayunar, se toma en Navidad en nuestra región, mientras que en otras partes del país es más propio de Semana Santa.