El envejecimiento de la población, la pandemia del coronavirus y el calor estarían detrás del aumento de la mortalidad en Cantabria, donde se ha disparado un 23,22% en los siete primeros meses del año en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, hasta alcanzar 4.246 defunciones. Esas son las razones que da la Consejería de Sanidad del Gobierno regional para explicar el incremento del número de fallecidos, el más elevado de todas las comunidades autónomas y 4,5 veces superior a la media nacional, que fue del 5,15%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las comunidades con más personas mayores son las que tienen más aumento de la mortalidad

No obstante, el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, ha aclarado, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, que la región ocuparía el cuarto puesto en el ranking autonómico por tasa de mortalidad más alta, por detrás de Asturias, Castilla y León y Galicia. El epidemiólogo ha apuntado además que Extremadura y Aragón se sitúan en niveles similares a los de Cantabria, con la que comparten el envejecimiento de la población.

Precisamente, las comunidades con más personas mayores son las que tienen más aumento de la mortalidad, ya que esta variación al alza se da en los tramos más altos de edad mientras que en franjas jóvenes y medias -de 15 a 79 años- no presentan diferencias respecto a otros años. Wallmann ha detallado que las defunciones registradas en los meses de febrero, marzo, mayo y junio están por encima de los valores máximos históricos, a lo que se suma un pico de mortalidad en julio, que a su juicio puede estar relacionado con las olas de calor de este verano.

El INE publicó la semana pasada la cifra de fallecidos hasta la semana 30 del año, que corresponde con la última de julio (25-31 de julio), que arroja un 23,22% más de fallecidos en Cantabria, hasta los 4.246. En relación a las mismas semanas de 2019, antes del comienzo de la pandemia, las muertes se han incrementado en Cantabria un 16,79%, el mayor incremento entre las comunidades autónomas y casi siete puntos más que la media nacional (10,59%).