PATRIMONIO

Seis monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán en Cantabria

Pabellón de Isla Pedrosa
Pabellón de Isla Pedrosa

Cuidar de nuestro patrimonio es fundamental para preservar nuestra historia. Y una buena parte de ella parece abocada a desaparecer debido al deterioro y mal estado de algunas de las edificaciones históricas. Alhenamedia, publica ‘101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán’, de la colección Simply Travellers, la primera guía que propone recorrer toda España visitando parte de su patrimonio en peligro de extinción y, entre ellos aparecen siete lugares cántabros cuyo disfrute en ellos podría tener los días contados.

Castro posee uno de los monumentos que han puesto en esta lista roja, y no es otro que el Cargadero de mineral de Dícido. Se trata del único cargadero de mineral que se conserva en el área de Castro Urdiales de los seis que existieron y está formado por un gran pilar de sección circular, realizado en piedra de sillería, soportando una estructura de hierro en voladizo, llamada cantilever. Fue construido por la Compañía Anónima Basconia y por Gortazar Hermanos y montado por la empresa Altos Hornos de Vizcaya. El primer cargadero de Dícido se remonta al año de 1880, realizado por M. T. Seiring, socio de Eiffel. Este fue destruido en 1937, sustituyéndose por el ahora conservado en 1938.

El Sanatorio de la isla de Pedrosa es, quizás, otro de los lugares donde nuestros hijos no podrán adentrarse para concocer sus leyendas y misterios. Está ubicado en la Isla de Pedrosa, anteriormente llamada Isla de la Astilla, una de las mayores islas cántabras ubicada en Pontejos y conformado por varios pabellones, una iglesia y un teatro modernista distribuidos por el parque con diferente valor arquitectónico. Sus orígenes se remontan al año 1834, fecha en que se solicitó el establecimiento de un lazareto en la isla para mantener en cuarentena a las tripulaciones de buques afectadas por enfermedades tropicales. Isla de Pedrosa echó a andar en 1834, una época en la que era muy habitual importar enfermedades de América, razón por la cual la autoridad portuaria decidió usar esta ínsula como lugar para cuarentenas. El paso a ser un lazareto como tal fue unos 35 años más tarde. Durante el momento álgido las camas para afectados llegaron a ser 600. El hospital se estructuró con un sistema de pabellones y contó con el material técnico y científico más moderno del momento. Los rumores de fenómenos paranormales han acompañado la isla desde siempre

La Puebla Vieja de Laredo, importante conjunto histórico con edificios singulares, tanto civiles como eclesiásticos, también está en peligro. A día de hoy, conserva un importante casco monumental con varias puertas de la muralla medieval, que son denominadas Puerta de la Blanca, Portillo de San Marcial y la Puerta de Bilbao. Muy importante es la iglesia gótica de Santa María, habiendo además algunas edificaciones religiosas de interés, como el Convento de San Francisco; las ermitas de Santa Catalina y del Espíritu Santo; y el Hospital del Espíritu Santo. La arquitectura civil es muy importante, con torres de los siglos XV y XVI, como las de Hoz, Gutiérrez Rada; y son abundantes las casas de la época moderna, de los siglos XVI, XVII y XVIII, entre las que destacan el edificio del Ayuntamiento, de estilo renacentista, de la segunda mitad del siglo XVI; la del Condestable, del siglo XVI; la de D. Diego Cacho, de 1731; la de Zarauz, del siglo XVIII, etc. Completan el conjunto algunos edificios modernos de interés, como el Mercado de abastos y el matadero, de principios de siglo, debidos al arquitecto Eladio Laredo y Carranza.

Las pinturas murales góticas de la ermita de Nuestra Señora de la Concepción y San Sebastián, en Riva (Campoo de Yuso), están en un estado de deterioro progresivo, con hundimiento de cubierta y grietas en las paredes por las que también se teme su desaparición. Se trata de una construcción de la segunda mitad del siglo XV, de la que únicamente queda la capilla mayor.

Otro de las edificaciones en riesgo es la Ermita de San Juan de Socueva, una pequeña ermita levantada en un abrigo rocoso, al que se encaja aprovechando el fondo del mismo, por lo que en ocasiones ha sido considerada como una ermita semi-rupestre. Se conserva el altar original, que consta de un pilar de planta cuadrada con los bordes achaflanados y de una mesa de forma troncopiramidal encajada al pilar.

Por último, el Sanatorio del doctor Diego Madrazo está en esta lista roja y se trata de otro de los lugares que posiblemente no perduren en el tiempo y del que serán privados nuestros descendientes de ver.