CORONAVIRUS

“Esperemos que esta vez no le bajen del avión”

Una de las habitaciones en las que están confinados los menores en Malta
Una de las habitaciones en las que están confinados los menores en Malta

Desde el pasado 12 de julio un menor cántabro de 14 años se encuentra confinado por Covid-19 en la habitación de un hotel de Malta sin la debida atención sanitaria e higiénica. Y junto a él, otros 60 jóvenes de entre 12 y 16 años que habían acudido el 3 de julio a dos semanas de estancia al país europeo para aprender inglés y vivir nuevas experiencias con gente de su edad. Sin atención médica, sin que se limpien sus habitaciones, sin una adecuada ventilación y con comida entregada en bolsas de basura, los jóvenes han vivido un calvario que, para el menor natural de Santander, parece que va a terminar este viernes, 23 de julio.

Y es que, según ha relatado la familia a este diario, “la gente se ha solidarizado” con su caso después de que eldiariocantabria.es publicara la información y que medios autonómicos, nacionales y agencias de comunicación se hicieran eco de lo que estaba ocurriendo. Tanto que la presión social ha provocado que las autoridades españolas y maltesas se hayan movilizado para adelantar el regreso del joven, previsto para el lunes 26 de julio (si la prueba de antígenos tenía resultado negativo, si no habría permanecido otros 15 días allí), al viernes con un vuelo que sale de Malta a las 19:00 horas y del que la familia espera “que esta vez no le bajen del avión”.

El temor de la familia es comprensible. Al fin y al cabo, el 12 de julio el joven estaba a punto de salir para España cuando un policía le requirió bajar con el argumento de que su test de antígenos, que había dado negativo, en realidad era positivo y todo había sido un error. Aunque todo parece indicar que esta vez el menor sí podrá volar a Madrid, donde le estarán esperando para reunirse después de 11 días de encierro en el país maltés.

Fue a partir de ese momento cuando comenzó la odisea de este adolescente de 14 años al que el Gobierno maltés, según relató la madre a este medio, solo contactó para decirle que iba a estar en cuarentena 14 días. Un confinamiento estricto durante el que “no han limpiado las habitaciones y la comida, de mala calidad, se la dejan en la puerta en bolsas de basura”. Nadie ha entrado en ellas desde ese 12 de julio. Y lo único que han recibido para lavar su ropa es "una pastilla de jabón". Y muchas de las habitaciones dan directamente a una pared, lo que impide una correcta ventilación.

Este no fue el único contratiempo. De hecho, la madre ha reconocido que “el palo más duro” fue el 19 de julio. Durante el fin de semana anterior se les había comunicado una posible repatriación del joven con la cumplimentación de unas cartas que permitirían al menor viajar el lunes o el martes. Pero tras las gestiones realizadas les comunicaron que “los vuelos son solo para casos negativos que hayan tenido contacto directo”, que no era el caso de este santanderino de 14 años.

Ahora, y después de denunciar los hechos a los medios y de asegurar que “no tenemos fecha para que los niños vayan a salir de allí”, la academia con la que el joven fue a Malta, que ha actuado como canal de comunicación con las familias, les ha explicado que las autoridades han adelantado la repatriación.