DIEZ AÑOS DEL FIN DE ETA

El brigada Luis Conde de la Cruz, última víctima mortal de ETA en Cantabria

Atentado contra el Patronato Militar Virgen del Puerto, en Santoña, en el que falleció el brigada del Ejército de Tierra, Luis Conde de la Cruz
Atentado contra el Patronato Militar Virgen del Puerto, en Santoña, en el que falleció el brigada del Ejército de Tierra, Luis Conde de la Cruz

El 22 de septiembre de 2008 un coche-bomba explotó en las inmediaciones del Patronato Militar de Santoña. Era un vehículo robado y preparado por ETA en Francia. Unos 100 kilos de explosivos con los que la banda terrorista causó varios heridos y la última víctima mortal en Cantabria, el brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz.

La Audiencia consideró en su escrito que “la muerte del brigada fue especialmente cruel"

No sería el último atentado en nuestra Comunidad Autónoma. La banda armada haría estallar un artefacto en Guriezo que afectó a un repetidor de telefonía en 2009. Pero el atentado de Santoña sí fue el último de gran envergadura en la región. Tres años después, la banda anunciaba el “cese definitivo de su actividad armada” un 20 de octubre de 2011, hace hoy, exactamente, una década.

Por el crimen de Santoña, además de otros 25 delitos en grado de tentativa y uno en grado de estragos, la Audiencia Nacional condenó a Iñigo Zapirarín, Beatriz Etxebarría y Daniel Pastor, miembros del comando Otauza, a 485 años de cárcel cada uno. Según relató el tribunal en su sentencia, “a las 14:30 horas dejaron el coche con la bomba aparcado en batería cerca de la puerta de entrada del patronato militar, con el maletero orientado hacia la puerta del edificio. El temporizador lo pusieron en marcha para que la explosión se produjese sobre la una de la madrugada siguiente”.

No dio tiempo a desalojar completamente. Apenas un minuto después de la hora prevista para la explosión, y cuando todavía estaban saliendo algunas personas por la puerta del patronato militar, estalló el coche-bomba. La Audiencia consideró en su escrito que “la muerte del brigada fue especialmente cruel, cayó destrozado por la metralla y, todavía agonizante ante su esposa".

En el mes de marzo de este mismo año 2021 el crimen de Santoña volvió a ser noticia cuando se dio a conocer que Íñigo Zapirarín y Beatriz Etxebarría serían trasladados a la cárcel de El Dueso, en Santoña, el mismo lugar en el que 13 años antes habían perpetrado el crimen.

Pero el atentado de esta localidad marinera no fue el único que se produjo ese año 2008 en Cantabria. Unos dos meses antes, el 20 de julio, estallaron cuatro bombas en Noja y Laredo, hechos por los que fue condenado Ibai Beobide, alias Manez, a 25 años de cárcel.

Hasta estas últimas actuaciones, ETA había atentado más de una treintena de veces en Cantabria, la mayoría sin víctimas mortales. De hecho, solo en tres ocasiones, incluida la de Santoña, los atentados dejaron fallecidos.

El primero se produjo el 17 de febrero de 1980. El taxita bilbaíno Mario Cendán Geimonde fue asesinado a tiros en Islares. Ese mismo año, la banda terrorista robó 9.000 kilos de Goma-2 en Soto de la Marina.

El atentado más grave perpetrado por la banda en territorio cántabro fue el cometido el 19 de febrero de 1992 en Santander, cuando un coche-bomba explotó al paso de un furgón de la Policía Nacional. La explosión de La Albericia dejó 21 personas heridas, entre ellas dos agentes que viajaban en la furgoneta, y mató al matrimonio formado por Eutimio Gómez y Julia Ríos, que iban andando, y el estudiante Antonio Ricondo, que conducía su coche en sentido contrario.

ETA EN CANTABRIA

La trayectoria de ETA en Cantabria se remonta a 1969, cuando se produjo un tiroteo entre miembros de la banda y guardias civiles en Mogrovejo. A partir de ese momento, los explosivos fueron protagonistas casi cada año en diferentes puntos de la comunidad autónoma. Y muchos de ellos durante la campaña turística.

Entre los más recientes está la detención de Aritz Arginzoniz el 10 de julio de 2007 en la Estación de Autobuses de Santander. Llevaba en una mochila un temporizador, una pistola y documentación falsificada.

Fuera de la campaña turística, el 9 de marzo de 2006, explotó un artefacto de aproximadamente tres kilos situado bajo el viaducto de Ontón, en la Autovía del Cantábrico, sin causar daños personales aunque sí un socavón y cortes de tráfico. Este atentado coincidió con el aviso de la colocación de otros tres artefactos en otras tantas carreteras que conectan distintas provincias con el País Vasco y Navarra, en una jornada en la que Batasuna había convocado una huelga por la muerte de dos terroristas en prisión.

Además, esta explosión se produjo apenas un día después de otra en Santoña, en la calle General Salinas, junto a la sede del Movimiento Falangista Español, que causó daños materiales en los edificios cercanos y heridas leves a una persona por el impacto de un cristal roto por la onda expansiva.

Otras fechas turísticas elegidas por la banda terrorista para tratar de atentar fueron el día de la Constitución del 2005, cuando ETA colocó dos lanzagranadas apuntando hacia el aeropuerto de Parayas que, sin embargo, no llegaron a activarse, pero que obligaron al desalojo y cierre del aeródromo durante cuatro horas.

VERANO DE 2004

Previamente, en el año 2004, estallaron tres artefactos de pequeña potencia, entre los meses de agosto y diciembre de 2004, en las localidades de San Vicente de la Barquera, Santander y Santillana del Mar.

El primero de ellos, en el municipio costero y turístico de San Vicente, estalló a mediodía el 7 de agosto de forma paralela a otro artefacto colocado en la localidad asturiana de Ribadesella, y sólo afectó a un arbusto.

En cuanto al explosivo colocado en Santander ese mismo mes de agosto y escasos días después, estalló en el Paseo de Pereda, la tarde del jueves 12 de agosto. Tampoco hubo heridos, pero en este caso se produjeron daños materiales en varios vehículos que se encontraban aparcados en la zona, sobre los que se desplomó una quima de un árbol, además de problemas con el tráfico de vehículos en toda la ciudad.

Por su parte, la explosión de Santillana del Mar fue el día de la Constitución de 2004 y simultánea a otras seis detonaciones en otras tantas localidades españolas. Se produjo a las 13:30 horas en una caseta de madera de información turística instalada en el aparcamiento de la plaza del Rey e hirió a una niña de 7 años y una mujer de 68, que sufrieron heridas leves.

ATENTADO EN PARAYAS

El aeropuerto de Parayas también fue objeto de un atentado en el año 2003, cuando el 27 de julio se hizo estallar un coche-bomba en el aparcamiento de Parayas, sin causar víctimas aunque sí importantes daños materiales.

En 2002 Cantabria fue objetivo de los terroristas en más de una ocasión. En concreto, el 22 de junio de dicho año la banda colocó un coche-bomba frente al edificio de Ministerios, en Santander, causando varios heridos leves.

Y el 3 de diciembre del mismo año hizo estallar otro coche-bomba cargado con 35 kilogramos de explosivo en el aparcamiento de la plaza de Alfonso XIII, también en la capital cántabra, sin víctimas mortales, pero con importantes daños en el subterráneo.