SUCESOS

14 detenidos en una red que introducía hachís en las cárceles de El Dueso y Dueñas

La Guardia Civil ha arrestado a siete hombres y siete mujeres de Cantabria, Vizcaya, Canarias, Zaragoza, Palencia y A Coruña.

Centro penitenciario de El Dueso, en Santoña
Centro penitenciario de El Dueso, en Santoña

La Guardia Civil ha desmantelado una red de introducción y tráfico de drogas en las prisiones de El Dueso (Santoña, Cantabria) y La Moraleja (Dueñas, Palencia) en la operación 'Reajuste', en el marco de la cual se ha detenido a 14 personas de Cantabria, Vizcaya, Canarias, Zaragoza, Palencia y A Coruña. La Guardia Civil ha destacado en un comunicado que para poner fin a esta red ha sido fundamental la colaboración de funcionarios y la dirección del Centro Penitenciario El Dueso, en Santoña, ya que fue en esta prisión donde se inició la investigación y se averiguó que uno de los internos era "el cabecilla" de la red. En la operación se cortó la entrada en las cárceles de bellotas y tabletas de hachís con un peso superior a los 600 gramos, que posteriormente podían haber sido distribuidas en pequeñas dosis. En el mercado ilícito dentro de la prisión, la droga puede cuadruplicar su precio, ha detallado la Guardia Civil.

Contaba con familiares o amigos encargados de entregar la droga a reclusos aprovechando los permisos penitenciarios

La investigación comenzó a finales de 2017 cuando funcionarios de El Dueso sospecharon que un recluso a su regreso de permiso podía portar en el interior de su organismo algún tipo de droga, por lo que fue trasladado al Hospital Valdecilla. Durante los días que estuvo ingresado en el hospital este recluso llegó a expulsar un total de 45 "bellotas" de hachís, siendo posteriormente detenido por la Guardia Civil, lo que supuso el inicio de la operación 'Reajuste'. A partir de ahí, la investigación se centró en un interno de El Dueso, que resultó ser el cabecilla de la red y a partir del cual se conoció que contaba con familiares o amigos encargados de entregar la droga a reclusos aprovechando los permisos penitenciarios, como es el caso del interceptado con las 45 "bellotas" de hachís en el interior de su organismo. Estos familiares o amigos eran a su vez los encargados de cobrar las deudas contraídas por algunos reclusos dentro de la prisión por la compra de droga. El cobro lo realizaban a familiares de los reclusos deudores. Durante las pesquisas, este interno que se sospechaba que dirigía la red fue traslado al Centro Penitenciario La Moraleja en Dueñas (Palencia) y, estando allí, se pudo averiguar que continuaba con la actividad delictiva. La Guardia Civil averiguó que un trabajador externo de la prisión palentina y encargado de impartir clases podía estar introduciendo droga que posteriormente era gestionada por el interno investigado. Con esta información, a mediados del pasado mes de febrero, la Guardia Civil detuvo a este hombre cuando se dirigía a la prisión, encontrándole unos 180 gramos de hachís en tabletas, que supuestamente le habían entregado los colaboradores del cabecilla para introducirla en la cárcel. En la investigación sobre este detenido se contó con la cooperación de la Dirección de la prisión.

A las dos detenciones ya mencionadas y practicadas en Cantabria y Palencia, se sumaron durante los meses de junio y julio otras dos en Canarias que eran considerados los suministradores de la droga a la red, una en Zaragoza al detectar que había colaborado con el hombre detenido en Palencia, ocho en Vizcaya y Cantabria considerados también colaboradores y, por último, en la prisión de Teixeiro el interno calificado como cabecilla de la organización, que fue trasladado allí tras comprobarse que en La Moraleja continuaba con la actividad. De los detenidos, siete son hombres (cinco naturales de España, uno de Colombia y uno de Portugal) y otras siete mujeres (cinco nacidas en España, una en Colombia y otra de Marruecos).

Durante la investigación se pudo averiguar que algunos de los detenidos considerados como colaboradores se dedicaban también a hurtos en locales comerciales principalmente de Vizcaya y Cantabria, donde sustraían ropas, calzado o cosméticos que posteriormente revendían. Aunque por el momento no se ha podido cuantificar la cantidad de hurtos realizados, calculándose que sean numerosos, si se ha podido constatar que algunos de ellos eran por encargo, es decir, peticiones concretas de productos o marcas.

La operación dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Santoña fue desarrollada por componentes de la Guardia Civil pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de Cantabria, con el apoyo de componentes de Policía Judicial de Vizcaya, Zaragoza, Las Palmas de Gran Canaria, A Coruña, y del Puesto de Dueñas (Palencia).