BESAYA

La Carretera de Viveda a Duález estará terminada en agosto de 2024

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, visita junto a otras autoridades las obras de la carretera entre Viveda y Duález
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, visita junto a otras autoridades las obras de la carretera entre Viveda y Duález

Las obras de construcción de la carretera entre Viveda y Duález avanzan según lo previsto y podrán estar terminadas en el mes de agosto del próximo año, poniendo a disposición de los ciudadanos una vía alternativa a la Avenida de Solvay de Barreda (N-611), donde son habituales las retenciones a lo largo de todo el año y especialmente en la época estival.

Y es que esta travesía soporta un tráfico de unos 22.000 vehículos diarios de media, "más propio de una autovía o autopista", y se prevé que la nueva carretera sirva para reducir esos movimientos en un 50%.

El presidente, Miguel Ángel Revilla, ha comprobado este miércoles la marcha de los trabajos junto a la consejera de Obras Públicas en funciones, Paula Fernández -al frente de este área tras la dimisión de José Luis Gochicoa-, y a los alcaldes de Torrelavega y Santillana del Mar, Javier López Estrada y Ángel Rodríguez, entre otros.

Como ha explicado el presidente, la zona en la que se está ejecutando esta carretera es "quizá el nudo de comunicaciones más complicado de Cantabria", donde se unen los accesos a Torrelavega y varios de sus municipios vecinos, como Suances y Santillana del Mar. Por ello considera la carretera entre Viveda y Duález un "gran proyecto" y "una obra imprescindible para evitar colapsos", que va a suponer "un antes y un después en este entorno tan complicado". Y gracias a este proyecto, a la carretera que se construyó entre Puente San Miguel y Santillana del Mar y a otras iniciativas que estarían ya en marcha, según Revilla, se va a acometer "una transformación viaria completa de esta complicada conexión".

En este sentido, ha señalado que, además del "alivio" que supone el citado tramo ya existente desde Puente San Miguel y la nueva carretera que se pretende estrenar en agosto de 2024, el Gobierno está planificando dos obras "muy importantes" en la línea de seguir con la "descongestión" del tráfico en este entorno.

En concreto, se ha referido al puente entre Requejada y Suances, una reivindicación que han venido haciendo "constantemente" los ciudadanos y que Revilla no duda de que "va a ser una realidad"; así como a un nuevo tramo de 900 metros en la zona de Duález y el entorno de Sniace para el que el Gobierno ya tiene terminado el proyecto para sacarlo a licitación, con un presupuesto de 3 millones de euros. En este caso, evitaría el paso de unos 7.000 coches por Barreda. En la misma línea que el presidente, los alcaldes de Torrelavega y Santillana han puesto en valor esta obra "importantísima" para los vecinos de toda la comarca del Besaya, ya que "va a mejorar muchísimo los tiempos de llegada" de unos municipios a otros.

López Estrada ha destacado también que "va a suponer un cambio sustancial en la calidad de vida de los vecinos de Barreda", pues al reducir el tráfico se va a lograr un barrio "mucho más habitable y más seguro" para los viandantes. Además, Rodríguez Uzquiza ha añadido que con esta iniciativa, sumada a las sendas peatonables y ciclables que se están impulsando, "vamos a ganar en salud" y se va a mejorar un entorno que ha sido "muy industrial" y en ocasiones ha estado "dejado".

LA CARRETERA

La construcción de este nuevo vial, de 2,2 kilómetros de longitud y que ejecuta SIEC, se divide en dos tramos. El primero parte de la carretera CA-131, en Viveda, y aprovecha el trazado del antiguo ferrocarril paralelo al río Saja hasta llegar a la parte norte de las instalaciones de Sniace, donde se construirá una rotonda para resolver el acceso al núcleo de Duález.

El segundo tramo discurrirá a través de las instalaciones del complejo industrial hasta una nueva glorieta que recibirá el tráfico procedente de Torrelavega y de la A-8, situada entre el acceso a la fábrica y el complejo deportivo Óscar Freire, por donde continuará en paralelo hasta enlazar con el Puente de los Italianos y conectar con la N-634 en Barreda.

Esta alternativa es la que se consideró más favorable para aminorar el tráfico en Barreda, tras realizarse un estudio a cargo de la Universidad de Cantabria (UC). La iniciativa incluye también la transformación del Puente de los Italianos, del puente sobre las instalaciones de Renfe y de la parte trasera del edificio del complejo deportivo Óscar Freire, dotando de varias plazas de aparcamiento a sus usuarios.

Además, se va a conectar la glorieta del Puente de los Italianos con el Óscar Freire con un nuevo carril bici que discurrirá por la plataforma que antiguamente ocupaba la vía de ferrocarril que llegaba hasta Sniace. Este tramo seguirá hasta Riaño, a partir de donde la carretera será únicamente para peatones y vehículos y el carril bici se derivará al existente que une Torrelavega con Suances.