EDUCACIÓN

Adiós a las reválidas

El Ministerio llega a un acuerdo con las Consejerías para realizar una prueba de acceso a la Universidad similar a la existente hasta ahora, eliminando la reválida. Representantes del sector en Cantabria se muestran “absolutamente satisfechos”, aunque reconocen que “llega tarde”.

revalida
La presión social ha provocado que el Gobierno dé marcha atrás en las reválidas

El pasado viernes, 18 de noviembre, el Ministerio de Educación revelaba que modificaría por decreto ley las pruebas de ESO y Bachiller, conocidas como ‘reválidas’. Este lunes la cartera dirigida por Íñigo Méndez de Vigo ha llegado a un acuerdo con las Consejerías de todas las Comunidades Autónomas para definir exactamente esos cambios, que en líneas generales representan la recuperación de la actual Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), lo que antes se conocía como Selectividad.

Una noticia que el titular de Educación, Cultura y Deporte de Cantabria, Ramón Ruiz, ha valorado con “satisfacción”, destacando que “lo esperaba toda la comunidad educativa”, que junto a muchas comunidades ha sido la principal oposición a las intenciones del Gobierno de Mariano Rajoy, y representa un “cierto alivio para las familias y el alumnado”.

Ruiz ha asegurado que esta respuesta del Ministerio, que “era necesaria”, llega tarde, aunque “dará tiempo a normalizar la situación de los alumnos” del último curso de Bachillerato, que han consumido prácticamente su primer trimestre sin saber cómo sería esta prueba.

El consejero ha explicado que en el acuerdo de este lunes “se acordó volver a lo que había, aunque con materias diferentes” por el currículo distinto que propone la LOMCE. De este modo, los alumnos, que solo se examinarán de “materias de segundo de Bachillerato”, tendrán una “parte general con cuatro materias” troncales para todos los alumnos.

El consejero ha explicado que en el acuerdo de este lunes “se acordó volver a lo que había, aunque con materias diferentes” por el currículo distinto que propone la LOMCE

En concreto, serán obligatorias para todos los estudiantes Historia de España, Lengua Castellana y Literatura II, y Primera lengua extranjera II. A estas se suman otras obligatorias según la modalidad del alumno. Para los de Ciencias, Matemáticas II; para los de Humanidades y Ciencias Sociales, Latín II o Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II; y para los de Artes, Fundamentos de Arte II.

Para aprobar esta parte será necesario un mínimo de 4 puntos, y los que quieran aumentar esta nota podrán elegir dos materias en la parte específica de la prueba, que serán las que la Universidad ponderará con 0,1 o 0,2. En la modalidad de Ciencias se podrá elegir entre Biología, Dibujo Técnico II, Física, Geología y Química; en la de Humanidades y Ciencias Sociales, las opciones son Economía de la empresa, Geografía, Griego II e Historia del Arte. Finalmente, para la modalidad de Artes se puede elegir entre Artes Escénicas, Cultura Audiovisual II y Diseño.

El consejero de Educación ha destacado también que “esta prueba vuelve a manos de la Universidad”, que “conceptualmente es lo adecuado”. Asimismo, aunque la prueba es “diferente en cada comunidad, tiene validez en toda España”.

Satisfechos

Por su parte, los representantes de la Educación Secundaria y el Bachillerato han valorado positivamente este acuerdo. La directora del IES Javier Orbe Cano, en Los Corrales de Buelna, Pilar Lobeto, ha reconocido su “absoluta satisfacción” por esta decisión, aunque ha coincidido con el consejero en que “llega tarde” y después de haber generado una “enorme incertidumbre”.

“Ahora podemos no hablar de reválida”, ha explicado, criticando además los “eufemismos” utilizados por el Gobierno de España para no llamar a esta prueba con ese nombre. Asimismo, ha asegurado que “ahora nos viene mucho trabajo, pero al menos sabemos algo”.

En similares términos se ha expresado el director del IES Valle de Camargo, Pedro Ruiz Moya, quien ha valorado que esta noticia “tenía que llegar, si no sería un caos”, y ha defendido que “la PAU funcionaba muy bien, por lo que el cambio era absolutamente innecesario”.

"Esta prueba vuelve a manos de la Universidad”, que “conceptualmente es lo adecuado”

Asimismo, ha revelado que “en Cantabria ha habido previsión” y se han creado grupos de trabajo del profesorado que elaboran los detalles de la prueba, pues “la LOMCE contempla un currículo excesivamente amplio” que es necesario acortar.

“Nos felicitamos, y cuando traslademos esta decisión a los alumnos y profesores la satisfacción será generalizada”, ha asegurado.

En este sentido, Ramón Ruiz ha detallado que actualmente trabajan en la región 40 grupos de trabajo que analizan los “elementos básicos del currículo”. El consejero ha reconocido que “las preguntas serán similares”, y ha puesto el mes de mayo como plazo para que todo esté preparado, para lo que será necesario que el coordinador de la Universidad y estos grupos de profesores concreten “lo nuclear y lo anecdótico”.

Paso importante

El acuerdo al que llegaron este lunes Consejerías y Ministerio solo afecta a la prueba de Bachiller. Respecto a la de 4º de ESO, que tendría un “valor muestral”, Ruiz ha reconocido que todavía no se ha abordado. “Ha sido un paso importante, pero los otros aspectos de la LOMCE seguiremos negociándolos” antes del 28 de noviembre, fecha en la que tendrá lugar la Conferencia Sectorial.

En cualquier caso, el consejero se ha mostrado confiado en que habrá más cambios, pues “el clamor de la comunidad educativa y la proposición aprobada en el Congreso deberían sensibilizar” al Gobierno de Rajoy.

Por otro lado, ha adelantado que desde Cantabria se espera que la recuperación de la PAU sea en junio, aunque esta decisión “tiene que ir de la mano del rector”.